Gestión de alquileres Airbnb en Pollença

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• Datos de Pollença

Pollença, situada en el pintoresco norte de Mallorca al pie de la majestuosa Serra de Tramuntana, es un municipio que combina historia, belleza natural y cultura. Este encantador pueblo, con sus estrechas y compactas calles de aire medieval, está lleno de casas que datan de los siglos XVII y XVIII, creando una atmósfera que transporta a los visitantes a otra época.

La plaza central, conocida como la Plaça Major, es el corazón vibrante de Pollença. Dominada por la impresionante Església de Nostra Senyora dels Àngels, la plaza está rodeada de cafés con terrazas que invitan a relajarse y disfrutar del ambiente local. Este es el lugar perfecto para comenzar una exploración de la villa, donde cada rincón y callejuela revelan un pedazo de la rica historia del lugar.

A solo seis kilómetros de la villa se encuentra el Port de Pollença, conocido cariñosamente como "El Moll" por sus habitantes. Este encantador pueblo costero, situado en el extremo norte de la bahía de Pollença, es famoso por sus playas de aguas cristalinas y su ambiente relajado. El Port de Pollença, con una población de 16,189 habitantes, es un destino ideal tanto para turistas como para residentes que buscan un refugio tranquilo junto al mar.

La geografía del Port de Pollença es espectacular. Situado al inicio de la península de Formentor, el pueblo está protegido por la fortaleza de la Punta de l'Avançada, construida en el siglo XVII. Las tierras sobre las que se desarrolla el Port pertenecen a antiguas posesiones como Albercutx, Llenaire, Gotmar y Bóquer. Los visitantes pueden disfrutar de un paseo por el puerto, explorar las playas cercanas o aventurarse a descubrir el Cap de Formentor, conocido por sus impresionantes vistas panorámicas y su faro emblemático.

Otra joya del municipio de Pollença es Cala Sant Vicent, una encantadora urbanización situada entre las puntas de Coves Blanques y la de l'Altar d'en Vaquer. Con una población pequeña pero acogedora, este lugar es famoso por sus cuatro playas, cada una con su propio encanto y atractivo, ofreciendo experiencias únicas para los visitantes.

Cala Barques es la más grande de las cuatro playas y es conocida por su arena dorada y suave. Rodeada de imponentes acantilados, esta playa ofrece un ambiente tranquilo y pintoresco. Las aguas cristalinas y poco profundas la hacen ideal para nadar y disfrutar en familia. Además, Cala Barques cuenta con varios restaurantes y bares cercanos donde se puede degustar la deliciosa gastronomía local mientras se disfruta de la vista al mar.

Cala Clara, aunque más pequeña que Cala Barques, no es menos impresionante. Esta playa se distingue por sus aguas turquesas y su entorno natural virgen. Es un lugar perfecto para quienes buscan un rincón tranquilo para relajarse y tomar el sol. La claridad del agua en Cala Clara es perfecta para practicar snorkel y descubrir la vida marina que habita en esta parte de la costa mallorquina.

Cala Molins es otra de las joyas de Cala Sant Vicent, famosa por su ambiente vibrante y sus instalaciones bien equipadas. Esta playa es un destino popular para los amantes de los deportes acuáticos, como el paddle surf y el kayak, gracias a sus condiciones ideales. La arena fina y las aguas cálidas también la hacen perfecta para un día de relajación al sol. Además, Cala Molins cuenta con servicios como duchas y alquiler de hamacas, garantizando una experiencia cómoda para los visitantes.

Finalmente, Cala Carbó es la más pequeña y tranquila de las cuatro playas. Esta cala ofrece un ambiente más íntimo y apartado, ideal para aquellos que buscan escapar de las multitudes. La belleza natural de Cala Carbó, con sus formaciones rocosas y su vegetación circundante, crea un entorno perfecto para desconectar y disfrutar de la serenidad del mar. Las aguas limpias y serenas también son perfectas para nadar y explorar con una máscara de snorkel.

Cada una de estas playas en Cala Sant Vicent ofrece algo especial, haciendo de esta zona un destino imperdible en el municipio de Pollença. Desde la animada Cala Molins hasta la serena Cala Carbó, hay una playa para cada tipo de visitante, garantizando experiencias memorables bajo el sol mallorquín.

Muy cerca de Cala Sant Vicent se encuentra la necrópolis de Cala Sant Vicenç, un fascinante yacimiento arqueológico que data aproximadamente del 1600 a.C., en la Edad del Bronce Medio, también conocido como periodo pretalaiòtic. Las cuevas prehistóricas de l'Alzinaret son testigos silenciosos de una antigua civilización y ofrecen a los visitantes una mirada intrigante al pasado remoto de Mallorca.

Pollença es un destino que lo tiene todo: historia, cultura, naturaleza y playas impresionantes. Ya sea explorando sus encantadoras calles medievales, disfrutando de un café en la Plaça Major, relajándose en las playas del Port de Pollença o descubriendo los misterios de las cuevas prehistóricas de Cala Sant Vicenç, cada visita a Pollença es una experiencia inolvidable que captura la esencia auténtica de Mallorca.