Gestión de apartamentos turísticos en Cala d'Or

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• Datos de Cala d'Or

Cala d'Or, un enclave costero que se extiende a través de los municipios de Santanyí y Felanitx en Mallorca, es un destino turístico de renombre que combina encanto histórico con belleza natural. Este pintoresco núcleo urbano, conocido por sus origenes en los años treinta, ha evolucionado hasta convertirse en un refugio familiar en el sur de la isla.

Inicialmente concebido alrededor de Cala Llonga, Cala Petita y Cala Gran, Cala d'Or ha expandido su alcance hasta incluir Cala Esmeralda y Cala Ferrera, entre otros. Su nombre, elegido por el urbanista Josep Costa Ferrer, es un guiño a Cala d'Hort en Ibiza, reflejando la influencia eivissenca en su diseño y planificación urbanística.

La historia de Cala d'Or está marcada por un crecimiento gradual, desde la apertura del primer hotel, el Hotel Cala d'Or, hasta la donación de terrenos para la construcción de la iglesia Santa Maria del Mar en los años 1950, imitando el estilo tradicional ibicenco. Durante los años de desarrollismo en España, la promoción turística revitalizó el área, expandiendo la urbanización hasta Cala Ferrera en los años setenta. Aunque el crecimiento físico se detuvo allí, la población continuó aumentando, superando ahora los cuatro mil habitantes empadronados.

Hoy en día, Cala d'Or ofrece mucho más que solo playas y hoteles. Su Club Náutico, establecido en Cala Llonga en los años setenta, es un centro de actividad para entusiastas de la navegación. Las influencias arquitectónicas de Ibiza se reflejan en nombres de calles como Plaza d'Eivissa y Calle de Tagomago, añadiendo un toque distintivo al ambiente mediterráneo.

Además de sus atracciones históricas y urbanísticas, Cala d'Or es un paraíso para los amantes del mar y la naturaleza. Sus calas cristalinas y su entorno protegido invitan a los visitantes a explorar la costa y sumergirse en la serenidad del Mediterráneo. Con una oferta diversa de restaurantes, tiendas y actividades al aire libre, Cala d'Or continúa siendo un destino de vacaciones idílico para familias y viajeros que buscan combinar relax con aventura en la hermosa isla de Mallorca.

En el idílico entorno de Cala d'Or, cada rincón ofrece una experiencia única entre sus impresionantes calas de aguas cristalinas y encantadores rincones históricos. Descubre algunas de las joyas naturales y culturales más destacadas que este destino mediterráneo tiene para ofrecer.

Comenzando por las calas, Cala Egües se presenta como la más meridional, conectada por vías urbanas con Portopetro, ofreciendo un acceso conveniente y vistas impresionantes de acantilados y aguas azul turquesa. El Caló de la Galera o Cala del Fortí, una pequeña cala rocosa entre la Punta de la Galera y el Fortí de Cala Llonga, invita a explorar sus formaciones naturales únicas y disfrutar de la tranquilidad del entorno.

Cala Llonga, reconocida por ser la cala más extensa de todas, es un verdadero paraíso para los amantes del mar y la navegación, gracias a su club náutico y la encantadora avenida que la bordea. A su lado, el Caló del Pou, una pequeña ensenada de arena situada estratégicamente entre el puerto y el Fortí, ofrece un refugio tranquilo para relajarse y disfrutar del paisaje marítimo.

Cala Petita, también conocida como Cala d'Or, cautiva con su historia y su ambiente acogedor entre Cala Llonga y Cala Gran. Es ideal para los que buscan una experiencia más íntima junto al mar, rodeados de naturaleza virgen y aguas cristalinas. Por su parte, Cala Gran, la más grande de Cala d'Or y conocida como els Calons Grans, atrae a los visitantes con su amplia extensión de arena dorada y aguas tranquilas que invitan a nadar y disfrutar del sol.

El encanto culmina en Caló dels Corrals, una pequeña cala de arena que marca el límite del municipio de Santanyí, conocida comercialmente como Cala Esmeralda por su belleza inigualable y aguas cristalinas. En la vecina Cala Ferrera, la primera cala de Felanitx, la belleza natural se combina con la tranquilidad de sus aguas, ofreciendo un refugio perfecto para los amantes del sol y la playa.

Además de sus impresionantes calas, Cala d'Or alberga el imponente Fortí de Cala Llonga, una fortaleza histórica que hoy alberga un pequeño museo gestionado por la Fundació Illes Balears. Cerca de la Plaza de la Figuera, la iglesia de Santa Maria del Mar, erigida en los años cincuenta y de estilo arquitectónico eivissenc, ofrece una mirada al patrimonio religioso y cultural de la región.

Sumérgete en el corazón de la urbanización de Cala d'Or a través de sus bulliciosas calles peatonales como la avenida Tagomago, la avenida de Bèlgica, el callejón Andreu Roig y el callejón Toni Costa, llenos de tiendas, boutiques y restaurantes que capturan el espíritu mediterráneo de Mallorca. Explora cada rincón de este pintoresco enclave y déjate seducir por su mezcla única de belleza natural y encanto histórico que lo convierten en un destino imperdible en el Mediterráneo.