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Martorell te espera en la encrucijada de dos imponentes formaciones geológicas y morfoestructurales: los relieves del sur del municipio, que forman parte del magnífico flanco noroeste de la Serralada Litoral, y la llanura del norte, ubicada en la impresionante depresión tectónica del Vallès-Penedès.
La geografía de este municipio ha sido moldeada por la dinámica fluvial generada a lo largo del tiempo, con la erosión y los sedimentos transportados por los majestuosos ríos Llobregat y Anoia, y sus afluentes.
Este territorio cuenta con un valioso patrimonio natural, en gran parte compartido con las localidades vecinas, que se enfrenta a una intensa presión urbanística y de uso, así como al paso constante de numerosas infraestructuras. El rápido crecimiento de la población ha revalorizado estos espacios y los ha convertido en auténticas joyas amenazadas, que debemos preservar y proteger si queremos que las generaciones futuras puedan disfrutar de su esplendor.
En la llanura de l'Anoia se encuentra el fascinante yacimiento arqueológico de Santa Margarida, que se despliega alrededor de una cautivadora iglesia románica construida a finales del siglo XII y una encantadora masía del siglo XVI. Estos terrenos, junto con los del antiguo monasterio de Sant Genís de Rocafort, fueron cedidos al municipio en 1967 por su generoso propietario, Pau Sendrós, con el objetivo de destinarlos a investigaciones arqueológicas. Las excavaciones comenzaron en 1972 gracias al Centro de Estudios Martorellenses y, desde 1981, forman parte del programa de investigación del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad de Barcelona. Santa Margarida alberga una amplia y continua secuencia histórica que abarca desde el siglo V hasta nuestros días, y aún se encuentra en proceso de estudio. Sus elementos distintivos incluyen una iglesia románica de finales del siglo XII construida sobre los restos de una iglesia paleocristiana del siglo V, una necrópolis que se extiende desde el siglo V hasta el siglo XVIII, un conjunto de silos ubicados tanto dentro como fuera de la iglesia y construidos en la primera mitad del siglo XI, una serie de estructuras asociadas a la iglesia con funciones funerarias, religiosas o residenciales, y una encantadora masía del siglo XVII construida sobre una estructura del siglo XVI, con elementos que se remontan al siglo XIV. En el interior de la masía, podrás explorar una exposición monográfica sobre este impresionante yacimiento.
El Museo Municipal Vicenç Ros, fundado en 1945 por el visionario Vicenç Ros Batllevell (1883-1970), ocupa parte de las dependencias del antiguo Convento de Capuchinos de Martorell. Durante tu visita a este museo, tendrás la oportunidad de contemplar sus magníficas colecciones y descubrir la estructura del antiguo convento, un destacado ejemplo de arquitectura capuchina del siglo XVII en Cataluña que se conserva. El tesoro más destacado del museo es su impresionante colección de cerámica, que incluye la colección Ros y las obras del reconocido artista catalán Joaquim Mir. Entre todas las piezas, sobresalen las majestuosas composiciones de azulejos catalanes con temáticas religiosas, que te transportarán a épocas pasadas y despertarán tu admiración.
El Pont del Diable, otro tesoro invaluable, es uno de los escasos vestigios que aún perviven de la antigua red viaria romana en la zona de la desembocadura de los ríos Llobregat y Anoia. Este puente se encuentra en el inicio del desfiladero del Llobregat, justo después de la unión con el río Anoia. Fue construido alrededor del año 10 a.C. por las poderosas legiones romanas III (Macedonica), VI (Victrix) y X (Gemina), como testimonian las marcas identificadas en algunos de sus sillares. La construcción de este puente tuvo lugar durante la reorganización de la Vía Augusta, debido a la fundación de la Colonia Iulia Augusta Paterna Faventia Barcino (Barcelona) a finales del siglo I a.C. El arco que se alza majestuosamente frente a ti es el testigo más significativo de esa época gloriosa que ha resistido el paso del tiempo. Aunque desconocemos la fecha exacta de su destrucción, sabemos con certeza que en 1283 se inició la construcción de un nuevo puente de estilo gótico, cuya apariencia se asemeja a la que contemplas hoy en día. En 1961, se emprendieron los trabajos de reconstrucción del imponente arco gótico central. Durante la demolición de las viviendas situadas junto al estribo del puente de Martorell, se revelaron valiosos restos de sillares romanos, mientras que la demolición del antiguo matadero municipal en 1990 permitió descubrir los vestigios de la capilla de Sant Bartomeu. Este puente es una auténtica maravilla histórica que te transportará a los días de la antigua Roma y te dejará maravillado ante su grandeza.
Por último, no puedes dejar de visitar el Centre d'Interpretació del Patrimoni Històric "La Caserna" (CIPH), ubicado en el renovado edificio de la antigua Caserna de Cavalleria de Martorell, construido en 1732. Aquí encontrarás fascinantes exposiciones temporales que abarcan la fotografía, el arte, la historia, la ciencia y otras temáticas culturales. Este centro forma parte del conjunto histórico y patrimonial de la población, junto con el Pont del Diable y la ermita de Sant Bartomeu. En la planta baja del edificio, podrás contemplar las impresionantes figuras de la Colla de Gegants y la Colla de Capgrossos, así como las bestias de la colla de Diables i Dracs de Martorell. En los pisos superiores, se llevan a cabo diversos talleres escolares organizados por el servicio didáctico de Museos de Martorell, además de albergar interesantes exposiciones temporales que te sumergirán en el apasionante mundo del patrimonio histórico. Este centro es el lugar ideal para explorar y comprender la riqueza cultural de Martorell en un entorno acogedor y lleno de historia.