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Descubre la majestuosidad de la Fortaleza del Palacio en Petrer, un monumento histórico-artístico de interés nacional desde 1983 y el símbolo más representativo de la villa. Este impresionante palacio, con más de 1.000 años de historia, ha sido testigo de numerosas transformaciones a lo largo de los siglos, y su rica herencia refleja la compleja historia de la región.

Originalmente construido como residencia de musulmanes, la fortaleza pasó a ser un importante bastión durante la época cristiana, cuando se convirtió en hogar de destacadas familias nobiliarias. Entre sus residentes se incluyen la influyente familia Loaysa, los condes de Cocentaina, y los Coloma, condes de Elda, quienes dejaron su impronta en la estructura y la historia del palacio.

A pesar de su abandono en el siglo XVII, la Fortaleza del Palacio sigue siendo un testimonio palpable del pasado. El paso del tiempo y las intervenciones humanas han dejado su huella en los deteriorados muros, que ahora cuentan una historia fascinante a través de sus grietas y ruinas. Cada rincón del palacio, desde sus torres hasta sus muros defensivos, ofrece una visión única de la vida y las costumbres de épocas pasadas.

Hoy en día, la Fortaleza del Palacio no solo es un lugar de interés histórico, sino también un importante sitio cultural que atrae a visitantes interesados en la historia, la arquitectura y la herencia cultural. Su presencia imponente en la villa de Petrer continúa inspirando admiración y respeto, haciendo de su visita una experiencia profundamente enriquecedora.

Sumérgete en el pasado mientras exploras las Casas Subterráneas de la muralla, unas construcciones singulares que se volvieron populares a principios del siglo XX. Estas viviendas, excavadas bajo tierra, surgieron en un contexto de necesidad y creatividad. La parroquia de San Bartolomé alquiló los terrenos circundantes al palacio a las familias más necesitadas, permitiéndoles excavar sus hogares en la tierra para enfrentar las duras condiciones económicas de la época.

Al adentrarte en estos espacios ocultos, te sumergirás en un mundo subterráneo que ofrece una visión única de la vida cotidiana en Petrer a finales del siglo XIX. Las casas subterráneas, construidas con ingenio y adaptadas a las condiciones del entorno, revelan cómo la población local hizo frente a la escasez de recursos y a las dificultades del momento. Cada rincón de estas viviendas refleja la ingeniosidad y la resiliencia de quienes las habitaron.

Explorar estas viviendas no solo te permitirá conocer el modo de vida de la época, sino también descubrir las historias personales y colectivas que se entrelazan entre sus muros subterráneos. Las paredes de estas casas, a pesar de su aspecto rústico y austero, son testigos silenciosos de las vivencias, desafíos y esperanzas de sus antiguos moradores. Sin duda, te sorprenderás al conocer la riqueza de su historia y el ingenio con el que sus habitantes transformaron un espacio inhóspito en un hogar.

El Arco del Palacio te transportará a la época medieval, ya que es el único portal que ha perdurado y dividía los barrios en aquel entonces. Este arco semicircular, construido con mampostería y mortero, se encuentra en el camino de acceso al palacio y servía como uno de los antiguos accesos a la fortaleza desde la villa. Durante la noche, se cerraba para proteger a los vecinos de cualquier amenaza. La apariencia actual del arco corresponde a una modificación del portal musulmán original realizada después de la conquista cristiana. Observa su cubierta de tejas, una adición más reciente que refleja su historia en constante evolución.

En el corazón de Petrer se alza la imponente Iglesia de San Bartolomé, erigida en 1779 sobre una antigua iglesia. En su fachada destaca el escudo del Conde de Puñonrostro, quien fue el promotor de esta magnífica obra. La iglesia está dedicada a San Bartolomé Apóstol, patrón de Petrer. Su construcción finalizó en la segunda mitad del siglo XIX, representando un ejemplo destacado de la arquitectura neoclásica en Alicante. Diseñada por el arquitecto Francisco Morell Gómez, destaca por su estructura imponente, con una cúpula en el crucero y dos torres en el frente principal. En el interior, las pilastras corintias y el balcón continuo añaden un toque de elegancia. No te pierdas la cúpula con pequeñas ventanas y un trasdós decorado con relieves en casetones. Aunque el incendio de 1936 dañó la iglesia, se han añadido frescos y pinturas en el presbiterio, brindando una atmósfera visualmente impresionante.

Sumérgete en la devoción religiosa en Petrer y visita el Santísimo Cristo de la Sangre del Monte Calvario, un lugar de profundo significado histórico y espiritual. Esta devoción, que tiene sus raíces en el siglo XVII, comenzó a florecer en la localidad con la construcción de una pequeña ermita en 1674, dedicada a esta figura sagrada. La ermita original, con una única nave, se erigió en una posición elevada que le permitía dominar el paisaje del pueblo, simbolizando la presencia y la protección del Cristo sobre la comunidad.

A lo largo de los siglos, el santuario ha experimentado diversas reformas y reconstrucciones, reflejando el esfuerzo continuo de la comunidad para preservar y mantener su importancia. A pesar de los cambios, la estructura ha conservado su forma de cruz latina, característica que acentúa su relevancia en el contexto religioso. La ermita ahora cuenta con una nave central flanqueada por capillas laterales y una cúpula semiesférica en el centro, que añade un toque arquitectónico distintivo a su diseño.

Al visitar el Santísimo Cristo de la Sangre, tendrás la oportunidad de admirar la fusión de la historia y la fe en un entorno sagrado que ha sido testigo de siglos de devoción y veneración. Este lugar no solo ofrece una conexión con el pasado espiritual de Petrer, sino que también invita a los visitantes a reflexionar sobre la perseverancia y el compromiso de la comunidad con su patrimonio religioso. La atmósfera reverente y el valor histórico del santuario hacen de esta visita una experiencia profundamente enriquecedora.

Si buscas un contacto íntimo con la naturaleza, dirígete al Paraje Natural Municipal Arenal de l'Almorxó, ubicado en el noroeste del municipio de Petrer. Este entorno natural se destaca por su singularidad geológica y biológica, con más de 50 hectáreas de dunas que conforman el mayor campo de dunas activas en el interior de la Península Ibérica. Aquí también encontrarás una microrreserva de flora, donde podrás maravillarte con la diversidad de especies. Los estudios realizados por la Universidad de Alicante revelan que el Arenal de l'Almorxó se formó durante la Pequeña Edad de Hielo, entre los siglos XV y XVII, a partir de sedimentos provenientes de la descomposición mecánica del Valle del Vinalopó. Observa cómo el viento ha moldeado esta colina de arena a lo largo de los siglos, creando un paisaje impresionante que te dejará sin aliento.