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Descubre el encanto del municipio de Altea en Alicante, un destino turístico que te cautivará con su belleza natural y su rica historia. Ubicado al norte de Altea, junto al Puerto Deportivo Luis Campomanes y cerca de la Playa del Mascarat, encontrarás el litoral de La Barreta de Gualda. Su nombre hace referencia a un pequeño arrecife de piedra cercano y su costa encantadora, compuesta por grava, ofrece un entorno ideal y tranquilo para relajarse y desconectar. Al igual que la mayoría de las playas de Altea, La Barreta no suele estar abarrotada, permitiéndote disfrutar de un espacio sereno para disfrutar del mar. Además, esta zona forma parte de la bahía de Altea, designada como Parque Natural de Serra Gelada, donde se encuentran numerosos secretos y maravillas marinas. Es interesante destacar que en este litoral se traza el meridiano 000º00'00'' de Greenwich, un punto de referencia para medir longitudes en el mapa terrestre.
La Playa del Mascarat, ubicada cerca de La Barreta, cuenta con una extensión de guijarros y una cala nudista llamada Barra Grande. Desde este enclave, podrás contemplar la impresionante Punta del Mascarat y disfrutar de vistas espectaculares. La presencia de grava en la playa evita la masificación y le brinda una atmósfera tranquila, en contraste con las playas de arena que suelen estar abarrotadas.
La playa de l'Olla, con una extensión de aproximadamente un kilómetro y medio, combina guijarros, rocas y arena. Se encuentra ubicada entre dos puertos deportivos, desde donde podrás admirar el imponente Peñón de Ifach. Frente a la playa emergen "L'Illeta", a la que se puede acceder nadando, y "L'Illot". Este lugar es perfecto para relajarse, disfrutar de la lectura o realizar actividades lúdicas con niños. Además, cerca de Porto Senso en la Playa de l'Olla, encontrarás un espacio adecuado para mascotas. En el mes de agosto, también podrás disfrutar del reconocido espectáculo piromusical de El Castell de l'Olla.
La Playa de Cap Negret se extiende desde la desembocadura del Río Algar hasta la Cala del Soio. Esta playa se caracteriza por su fondo con la impresionante Sierra de Bèrnia como telón de fondo. Compuesta por grava y con aguas limpias, la Playa de Cap Negret sigue la misma tendencia de las demás playas de Altea, sin estar muy concurrida. Su característica principal es su superficie de grava, que no tiene nada que envidiarle a la arena. Aquí podrás disfrutar de diversas actividades lúdicas con niños y sumergirte en la tranquilidad que ofrece esta playa. Además, en la zona encontrarás numerosos hoteles y restaurantes, así como la posibilidad de alquilar patines acuáticos o hamacas. Altea se enorgullece de basar su turismo en la sostenibilidad, lo que añade un toque especial a tu experiencia.
Además de sus hermosas playas, Altea cuenta con encantadores lugares históricos para explorar. La Plaza de la Iglesia ocupa el espacio que solía ser el Castillo de Altea, con una estructura cuadrada y tres garitas en las esquinas. Desde el mirador de esta plaza, te sentirás parte de la historia y te sumergirás en el pasado de la localidad.
A lo largo de la Calle Santa Bárbara, encontrarás la fachada de la Casa Cervantes, un edificio singular que fue construido por D. Francisco Martínez i Martínez, un destacado estudioso de la obra de Miguel de Cervantes y miembro de la Renaixença Valenciana a principios del siglo XX.
La Calle Cura Cremades, ubicada en la esquina suroeste del baluarte, albergaba el Portal del Castell o de Polop, que se abría hacia el oeste. Esta calle debe su nombre al sacerdote Juan Bautista Cremades Peiró, quien hizo posible la construcción del Templo Parroquial. Su labor fue fundamental para unir los esfuerzos de los alteanos y edificar la iglesia que se alza en lo alto del cerro, formando una parte esencial de la silueta de Altea.
En el ángulo noreste, junto al baluarte, se encontraba la Casa de la Señoría, que solía dominar con su presencia la desembocadura del río Algar. Hoy en día, ese lugar es ocupado por la Glorieta del Maño, un espacio con vistas panorámicas que te permitirá apreciar la belleza del entorno.
El Portal Vell o Puerta de Valencia es otro punto de interés histórico. Esta puerta, que se abría al camino Real al norte de la muralla, conserva su trazado original desde el siglo XVII. Al llegar al final de la Calle Mayor, podrás observar la unión del templo original con la nueva Iglesia, creando una imagen impresionante.