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  • Lalín, ubicado en el corazón geográfico de Galicia, es un destino que sorprende y cautiva a todo aquel que se adentra en su vasto y diverso territorio. Este extenso municipio, perteneciente a la comarca del Deza, no solo está estratégicamente situado en el kilómetro cero de Galicia, sino que también ofrece a sus visitantes una inigualable riqueza natural, histórica y cultural. Te invita a descubrir un paisaje privilegiado que combina montañas imponentes, ríos serpenteantes, valles exuberantes y una herencia cultural que se respira en cada rincón.

    Si te consideras amante del senderismo, las rutas y la naturaleza, no puedes dejar de explorar las montañas que rodean este fascinante municipio. La Sierra de Candán y los Montes del Testeiro son auténticos paraísos para los excursionistas, con una red de senderos que te llevan por paisajes sobrecogedores e imponentes. Cada ruta, perfectamente diseñada, te regala postales naturales que te dejarán sin aliento. Desde el Alto de Uceira, que se alza a 1004 metros de altitud, hasta el monte Coco, que alcanza los 969 metros, los panoramas son majestuosos. En el corazón de estas montañas se extiende un hermoso y fértil valle por el que discurre el río Deza, cuyo cauce serpenteante forma parte de un escenario natural envidiable. Este valle, adornado por un entorno verde y salpicado de pueblos pintorescos, te envuelve con su serenidad y belleza. A lo largo de estas rutas, te toparás con encantadores miradores que ofrecen vistas incomparables, como los de la aldea de A Trigueira, desde donde se pueden contemplar paisajes de ensueño.

    Pero Lalín no solo es un destino para los amantes de la naturaleza. A pocos kilómetros del vibrante entorno montañoso, se encuentra uno de los grandes tesoros espirituales del municipio: el Santuario de Nosa Señora das Dores de Montouto. Este lugar de culto, con una historia rica y centenaria, atrae a devotos y curiosos por igual. Aunque el Santuario de O Corpiño, ubicado en la cercana parroquia de Santa Baia de Losón, es el más famoso de la zona, el de Montouto no se queda atrás. Situado a menos de tres kilómetros de distancia, el Santuario de Montouto está profundamente vinculado a antiguos ritos y tradiciones que han sido preservados a lo largo del tiempo. El ambiente místico y espiritual que envuelve este santuario lo convierte en una parada obligada para quienes buscan una experiencia más íntima y menos conocida.

    Además del fervor religioso, Lalín también es historia viva, y una de sus joyas arqueológicas más destacadas es el Castro de Doade. Este castro, conocido popularmente como Castro do Penedo o Aurela do Castro, es uno de los numerosos asentamientos prehistóricos que salpican la comarca del Deza. Situado a una altura de 541 metros, el Castro de Doade es un testimonio de las antiguas civilizaciones celtas que habitaron Galicia. Su estructura circular característica, perfectamente conservada, te permite imaginar cómo vivían estas comunidades hace siglos. Desde lo alto del castro, las vistas panorámicas del paisaje que lo rodea son espectaculares, y la sensación de conexión con un pasado remoto es palpable.

    El patrimonio histórico de Lalín también incluye maravillosos puentes medievales que han desafiado el paso del tiempo y que siguen siendo una muestra de la increíble ingeniería de la época. Uno de los más destacados es el Ponte dos Cabalos, que cruza el sinuoso río Arnego. Este puente, que en su día unió la comarca del Deza con A Ulloa, es el único que ha llegado hasta nuestros días en perfecto estado. Caminar sobre sus robustos arcos de piedra mientras el río fluye por debajo es una experiencia que te conecta con el pasado medieval de Galicia. El propio nombre del puente, junto con la toponimia circundante, evoca historias de caballeros y comerciantes que, en siglos pasados, cruzaban este paso vital para conectar diferentes regiones.

    Para aquellos que buscan un rincón donde relajarse y disfrutar de la naturaleza, el paseo fluvial del río Pontiñas es una opción fantástica. Con sus 3 kilómetros de longitud, este apacible recorrido te permite desconectar completamente del estrés diario y sumergirte en la tranquilidad del entorno natural. Durante el paseo, te encontrarás rodeado por una exuberante vegetación y el sonido calmante del río, lo que hace de este sendero una experiencia sumamente relajante y revitalizadora. Si prefieres pasar un día al aire libre rodeado de gente, el área recreativa Carballeira do Rodo es el lugar ideal. Este espacio, que alberga una impresionante mesa de 33 metros de largo, es perfecto para disfrutar de un picnic en compañía de amigos y familia, todo ello bajo la sombra de majestuosos robles centenarios.

    Otra de las maravillas naturales de Lalín es la Fraga de Catasós, un bosque centenario compuesto por imponentes robles y castaños, que ha sido declarado monumento natural. Pasear bajo la densa cubierta de este bosque es adentrarse en un lugar mágico, donde la naturaleza parece haber congelado el tiempo. Este entorno místico es uno de los puntos más bellos y tranquilos del municipio. Pero Lalín no se detiene aquí. Al norte, encontrarás el Sobreiral do Arnego, un extenso bosque de alcornoques que acompaña al río Arnego hasta el embalse de Portodemouros. Aquí, el reflejo de los alcornoques en las aguas cristalinas del embalse crea una imagen bucólica que te dejará sin palabras.

    Si sigues el curso del río Arnego, te encontrarás con otros dos puentes que son verdaderas joyas arquitectónicas del medievo. El Ponte dos Cabalos y el Ponte Vilariño, ambos construidos en el siglo X, representan la increíble maestría de la ingeniería medieval. Estos puentes, que durante siglos han servido como importantes conexiones entre comarcas, son hoy en día una ventana a la historia de la región. Al otro lado del municipio, el Ponte Taboada, también del siglo X, sigue siendo un símbolo del patrimonio arquitectónico de Lalín, y cruzarlo es hacer un viaje en el tiempo.

    Si lo que buscas es un lugar donde disfrutar de un día de descanso en contacto con la naturaleza, el área recreativa de Mouriscade es una opción perfecta. Situada en un meandro del río Asneiro, esta área recreativa ha aprovechado el entorno natural para crear un espacio idílico en el que desconectar. Rodeada de frondosa vegetación y antiguos molinos de piedra, la zona cuenta con mesas, cobertizos para parrillas y el ambiente perfecto para pasar un día de picnic en plena naturaleza.

    Para los aficionados a la astronomía, una visita al Museo Ramón María Aller es imprescindible. Este museo, dedicado a la vida y obra de uno de los más importantes astrónomos gallegos, te permitirá conocer más sobre el vasto universo desde una perspectiva única en Galicia. Los descubrimientos y aportaciones de Ramón María Aller Ulloa siguen inspirando a generaciones de astrónomos y aficionados a la ciencia.

    Una visita a Lalín no estaría completa sin recorrer sus numerosos monumentos religiosos. La iglesia de San Cristovo de Camposancos y la iglesia de San Martiño de Lalín de Arriba son ejemplos sobresalientes de la arquitectura religiosa gallega. Con sus muros de piedra que parecen narrar historias de tiempos antiguos, estas iglesias transmiten una sensación de paz y recogimiento que te hará sentir parte de la historia viva de Galicia.

    Lalín es un lugar donde la naturaleza, la historia y la cultura se entrelazan de manera armónica para ofrecer una experiencia turística inolvidable. Ya sea que busques aventuras al aire libre, un recorrido por la historia celta o momentos de introspección en sus santuarios y áreas recreativas, este rincón de Galicia tiene algo especial que ofrecer a cada visitante. ¡Ven a descubrir Lalín, el kilómetro cero de Galicia, donde cada paso que des te acercará a una historia, un paisaje o una leyenda!