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Embárcate en una aventura turística en Llagostera, un encantador pueblo situado en el extremo sur de la comarca del Gironès. Con su vasto territorio, el más extenso de la comarca, limita con los municipios de Santa Cristina d'Aro, Caldes de Malavella, Tossa de Mar y Cassà de la Selva.
Este pintoresco pueblo se encuentra rodeado por los majestuosos macizos de Les Gavarres y Cadiretes-l'Ardenya, que albergan una riqueza natural excepcional. Su exuberante vegetación está compuesta principalmente por encinas, alcornoques, brezos, pinos, robles y áreas de castaños en las zonas más sombrías. Además, extensas extensiones de terrenos agrícolas complementan el paisaje, creando una fusión perfecta entre naturaleza y actividades humanas.
La historia de Llagostera se remonta al Paleolítico, y la presencia humana en la zona se evidencia a través de los dólmenes y restos funerarios dispersos por todo el territorio. El imponente castillo del siglo XII y la declaración de baronía en el siglo XIV son testimonios vivos de la época medieval que cautivarán a los amantes de la historia. A partir del siglo XVIII, con la expansión de la industria corchera, el municipio experimentó un florecimiento económico y cultural. Las casas señoriales, como el casal el Agrícola o el Casino, son auténticos tesoros arquitectónicos y reflejan el auge de un movimiento asociativo ligado a la industria del corcho en aquel tiempo.
El Ayuntamiento, el castillo y la muralla son verdaderas joyas históricas que se remontan al siglo XII. Aunque los restos actuales forman parte de un conjunto fortificado de los siglos XIV y XV, las tres torres que los componen son testigos imponentes de la época medieval. El Ayuntamiento actual conserva en su Sala de Sesiones bóvedas que datan del siglo XV, brindando una atmósfera única.
La iglesia de Sant Feliu, con su estructura de planta rectangular y ábside poligonal, es un magnífico ejemplo de arquitectura religiosa del siglo XVII. Aunque sus primeras referencias se remontan al año 855, su portada de estilo gótico catalán es una verdadera obra maestra que no debes dejar de admirar. En su interior, una hornacina alberga una reproducción de la imagen de San Félix, que reemplazó al original perdido durante la Guerra Civil.
El Casino de Llagostera, construido en estilo novecentista a mediados del siglo XIX, representa un hito en la historia del pueblo. Su edificio actual, construido en 1936 en reemplazo del original de 1891-1903, es un símbolo del auge del movimiento asociativo vinculado a la industria del corcho en aquel tiempo, y su arquitectura te transportará a ese periodo de esplendor.
La Torre Albertí, con su estructura que combina una masía rural con una torre de vigilancia y defensa, es un fascinante testimonio de la vida de los grandes propietarios rurales en el siglo XVI. Además, la capilla que data de 1588 añade un toque de misticismo y espiritualidad al lugar.
La Casa Ca les Vídues, una hermosa casa solariega construida en el siglo XVI, era el hogar de las viudas de una destacada familia local que deseaban estar cerca de la iglesia. En 1957, fue generosamente donada al Ayuntamiento, y hoy en día representa un valioso patrimonio histórico que merece ser explorado.
La Casa de Can Coris, un espléndido ejemplo de la residencia de un empresario de la industria del corcho, te transportará a la época dorada de finales del siglo XIX y principios del XX. Su imponente arquitectura y su historia te cautivarán, brindándote una visión fascinante de la influencia de esta industria en la región.
Sumérgete en la riqueza histórica, cultural y natural de Llagostera, y déjate seducir por su encanto cautivador. Este destino turístico te ofrece una experiencia enriquecedora que no olvidarás.