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Valderrobres, también conocido como Vall de Roures en catalán, es un encantador municipio en la provincia de Teruel, España. Situado sobre una colina y a orillas del río Matarraña, Valderrobres está rodeado de impresionantes montañas y extensos pinares que realzan su belleza natural.
El acceso al casco antiguo de la villa se realiza a través de un puente gótico que cruza el Matarraña, un destacado elemento arquitectónico de la localidad. Este puente, que data de finales del siglo XIV, fue construido bajo la dirección del arzobispo García Fernández de Heredia, quien solicitó fortificar la villa. Aunque la fecha exacta de su finalización no está clara, se cree que el puente estaba completo a principios del siglo XV, cuando Valderrobres estaba bajo la administración de Dalmao de Mur.
El puente es un sólido ejemplo de arquitectura medieval, con tajamares en forma de cuña diseñados para protegerlo de las riadas y evitar la acumulación de troncos. En el siglo XVI, se construyó un tramo adicional del puente, sobre el cual se asentó el ayuntamiento, lo que alteró su apariencia original y lo conectó con la plaza. Este portal, dedicado a San Roque a finales del siglo XVI, es uno de los mejor conservados del conjunto amurallado de Valderrobres.
La Casa de los Moles es un destacado ejemplo del gótico tardío que se erige como uno de los tesoros arquitectónicos de Valderrobres. Esta impresionante edificación se caracteriza por su logia aragonesa, una galería exterior techada que se extiende a lo largo de la fachada superior. Esta logia no solo es un rasgo distintivo del edificio, sino que también añade un notable carácter estético y funcional a la construcción. La logia aragonesa, típica de la arquitectura gótica tardía en Aragón, se compone de una serie de arcos ojivales que se apoyan en columnas delgadas, creando una elegante y aireada estructura que ofrece vistas panorámicas del entorno.
La parte superior de la Casa de los Moles, con su logia aragonesa, destaca por su detallada ornamentación y la habilidad técnica demostrada en su construcción. Los arcos y columnas presentan una meticulosa labra que refleja la maestría de los artesanos de la época. Este tipo de logia no solo servía como un elemento decorativo, sino que también proporcionaba un espacio funcional para la vida cotidiana, ofreciendo protección contra las inclemencias del tiempo y un lugar para socializar o disfrutar del paisaje.
La Casa de los Moles no solo es un ejemplo notable de la transición entre el gótico y el renacimiento en Aragón, sino que también simboliza la riqueza cultural e histórica de Valderrobres. Su diseño y detalles arquitectónicos proporcionan una ventana al pasado, revelando la evolución de las técnicas constructivas y el estilo decorativo en la región durante los últimos siglos de la Edad Media. La edificación sigue siendo un importante referente histórico y cultural, atrayendo a visitantes que aprecian la historia y la arquitectura medieval.
El Ayuntamiento de Valderrobres, erigido bajo la dirección del maestro Antonio de Champanach, sigue el estilo manierista y fue finalizado en 1599. Este edificio, inspirado en el ayuntamiento de Alcañiz, incluye una lonja destinada a fines comerciales, además de los usos administrativos y judiciales que ya poseía. La fecha de construcción está inscrita en piedra en el escudo de la fachada.
Otro destacado edificio es el Palacio de Valderrobres, uno de los más antiguos de la villa. Aunque los primeros documentos que lo mencionan son del siglo XVI, es posible que el edificio original datara del siglo XV. Su función inicial era la recaudación de impuestos, y su proximidad al castillo de Valderrobres, del cual era propiedad el arzobispo de Zaragoza, le otorgó características singulares, como una planta baja adosada a la montaña y un túnel secreto que conectaba con el castillo. En el mismo edificio se encontraba el antiguo hospital, un albergue para pobres propiedad de la iglesia que operó desde el siglo XVI hasta el XIX. Con la desamortización, el hospital pasó a manos del ayuntamiento y, tras varias décadas como escuela municipal en el siglo XX, el edificio quedó en parte como propiedad privada, mientras que la porción restante está a la espera de futuros proyectos comunitarios.
El castillo de Valderrobres, que domina la villa, es el emblema más reconocido de la localidad. En 1931, el castillo fue declarado monumento nacional, destacando como una de las principales atracciones de Valderrobres. La Iglesia de Santa María la Mayor, otro punto de interés significativo, completa el panorama histórico y arquitectónico de este encantador municipio.