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Calamocha, una encantadora villa situada a orillas del río Jiloca, se encuentra en el fondo del amplio valle que forma este río en la cuenca del Ebro. Rodeada por las sierras del sistema Ibérico, Calamocha se alza sobre una terraza del Jiloca, en una zona donde el río empieza a estrechar su valle al abandonar la depresión del Jiloca y adentrarse en los sedimentos terciarios de la fosa de Calatayud-Montalbán y los paleozoicos de las sierras de Santa Cruz-Valdellosa. La topografía cercana a la villa es predominantemente plana, gracias a las acumulaciones de materiales detríticos depositados durante el Cuaternario. Calamocha no solo destaca por su entorno natural de gran belleza, sino también por su profundo legado histórico, artístico y cultural.
El casco histórico de Calamocha, con su núcleo central alrededor de la imponente Iglesia Arciprestal de Santa María La Mayor, es uno de sus principales atractivos turísticos. Este majestuoso edificio del siglo XVIII, con una destacada portada barroca, se erige sobre los restos de un antiguo castillo fortificado del siglo XIV, del cual aún se conservan algunos vestigios. La iglesia, con su gran fachada y su rica decoración barroca, es el corazón de la villa y un excelente ejemplo de la arquitectura religiosa aragonesa. Junto a ella, el Convento Franciscano Concepcionista de San Miguel Arcángel, un notable edificio barroco del siglo XVII, añade otra capa de interés histórico al conjunto de Calamocha. Este convento, con su elegante diseño y su historia significativa, representa la influencia de la Orden Franciscana en la región.
Cerca del casco histórico, el puente romano de Calamocha ofrece una ventana al pasado. Este puente de arco único, construido en sillares, era un importante cruce para los viajeros en la antigua ruta entre Zaragoza y Córdoba. Hoy, el puente es un punto de visita obligada, rodeado por el parque lineal de ribera, que recorre las riberas del río Jiloca y se conecta con el Parque Municipal Rafael Ángulo. Este parque es el principal lugar de esparcimiento de la localidad, con fuentes, un lago, un parque de esculturas y un manantial, todo junto al río.
Calamocha se encuentra en una posición privilegiada como parte del Camino del Cid, una ruta turística que rememora las andanzas del legendario Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador. Este itinerario histórico sigue los pasos del héroe medieval a través de diversos paisajes y localidades que fueron testigos de sus proezas. La pedanía de El Poyo del Cid, situada a corta distancia de Calamocha, es un punto de interés crucial en esta ruta, ya que se cree que el Cid se estableció aquí durante un período de su vida. Este asentamiento, con su rica historia, ofrece a los visitantes una conexión tangible con el pasado medieval de España.
Además de su relevancia en el Camino del Cid, Calamocha está rodeada de una serie de impresionantes joyas artísticas y naturales que enriquecen la experiencia de quienes la visitan. Las torres mudéjares del Jiloca, con su mezcla única de influencias cristianas y musulmanas, son un testimonio del pasado multicultural de la región y se presentan como ejemplos excepcionales de la arquitectura mudéjar en Aragón. La laguna de Gallocanta, una de las lagunas salinas más grandes de la península ibérica, no solo es un refugio para una variedad de aves migratorias, sino que también ofrece un paisaje impresionante y oportunidades para la observación de aves y el senderismo.
El castillo de Peracense, una fortaleza imponente que domina el paisaje circundante, es otro tesoro cercano a Calamocha. Esta estructura medieval, conocida por sus bien conservadas murallas y torres, ofrece una visión fascinante de la arquitectura militar medieval y las estrategias de defensa de la época. A poca distancia se encuentra la ciudad medieval de Daroca, que con sus bien conservadas murallas, iglesias y edificios históricos, transporta a los visitantes a épocas pasadas y refleja la rica historia de la región.
La región que rodea a Calamocha ofrece una variedad de itinerarios para explorar en bicicleta, coche o a pie. Los valles, sierras, riberas, cerros, fuentes, manantiales y bosques que caracterizan el paisaje local brindan numerosas oportunidades para actividades al aire libre. Los senderos que serpentean por estos paisajes permiten a los visitantes sumergirse en la belleza natural de la comarca, mientras descubren la biodiversidad local y disfrutan de panorámicas espectaculares. Ya sea en una excursión en bicicleta por los caminos rurales, un paseo tranquilo por los senderos forestales o un recorrido en coche para admirar los variados paisajes, los visitantes de Calamocha tienen acceso a una experiencia rica y diversa en términos de naturaleza y cultura.
Entre los monumentos y lugares de interés se destacan la Iglesia de Santa María La Mayor del siglo XVIII, el puente romano de Calamocha, las riberas del río Jiloca, el Convento Franciscano Concepcionista, la Ermita del Santo Cristo de los siglos XVII-XVIII, la Ermita de San Roque, la Casa de Rivera, la Casa Marina, el área recreativa en Monte Cañada de Santa Bárbara, el Parque Municipal Rafael Angulo y el Monumento a San Roque y el Bailador.
En el ámbito del patrimonio arquitectónico, el Palacio de Vicente de Espejo, situado en la calle Mayor, es un espléndido palacio construido por las familias Vicente de Espejo y Tejada. La Casa de Rivera, en la plaza de Bartolomé Esteban, es una casona construida en piedra de sillería con el escudo familiar de los Rivera. El Palacio de los Valero de Bernabé, en la calle Real, construido a finales del siglo XVI y reformado en el XVIII, destaca por su arquitectura de la época.
Calamocha también es conocida por su impresionante arquitectura del agua, con una gran concentración de industrias hidráulicas en las Acequias de El Cubo y Las Monjas. Este conjunto, con múltiples acequias como la Acequia de los Galachos, es uno de los más interesantes de la región, destacando por su ingeniería y el papel fundamental del agua en la vida y el desarrollo de la localidad.