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Sumérgete en la encantadora localidad de Miravet y descubre sus tesoros históricos y naturales. En lo alto de una colina imponente que domina todo el territorio se alza el majestuoso Castillo de Miravet. Esta fortaleza templaria del siglo XII, en excelente estado de conservación, es un destacado ejemplo de la arquitectura medieval en Europa occidental. Explora sus murallas, adéntrate en sus estancias como las caballerizas, la cisterna, la cocina, el refectorio y los almacenes, y maravíllate con la imponente iglesia románica que se encuentra en su interior. Construido sobre un antiguo poblado íbero y sobre las ruinas de una fortaleza musulmana, este conjunto arquitectónico de los siglos XII y XIII es considerado uno de los más destacados de la arquitectura románica de transición, tanto religiosa como militar, perteneciente a la Orden del Temple en todo Occidente.

En el centro del pintoresco casco antiguo de Miravet, se encuentra la Iglesia Vieja, un monumento cultural que ha renacido después de años de abandono. Este templo renacentista, construido entre los siglos XVI y XVII por la Orden del Hospital en el sitio donde antes se erguía una mezquita musulmana, te cautivará con su belleza. Su interior alberga una cruz impresionante, una acústica envolvente y una cúpula decorada con esgrafiados que muestran las huellas de un impacto de bomba durante la Guerra Civil. Además, podrás admirar los restos de pinturas barrocas y el altar, una antigua mesa de piedra tallada por los templarios en el siglo XII, la cual fue trasladada a la iglesia en 1750 y que solía pertenecer al castillo.

Recorre las pintorescas calles del casco histórico de Miravet, donde las casas se aferran a la ladera de la montaña y se asoman al río Ebro, regalándote vistas panorámicas impresionantes. Déjate cautivar por los callejones porticados, las casas antiguas y los encantadores rincones que salpican el paisaje. Sin embargo, entre tanta belleza, también podrás apreciar las cicatrices de la Batalla del Ebro, con numerosas casas en ruinas y abandonadas que aún testimonian los estragos de aquel conflicto. Si decides emprender una ruta desde la orilla del río, en las casas de la Calle del Río descubrirás placas conmemorativas de la inundación de 1907. Continuando tu camino, te encontrarás con unas escaleras que descienden hacia el río y, a su lado, la antigua drassana medieval, mientras que muy cerca se alza una casa en medio del agua, que solía ser un antiguo molino. Si decides ascender, llegarás a una imponente puerta y un porche que antiguamente cerraban la población.

Una vez en lo alto, cerca de la iglesia, te aguarda el mirador de la Sanaqueta, un antiguo patio que pertenecía a la mezquita y que te regalará vistas panorámicas grandiosas. Continuando tu recorrido por la Calle de Ferreries, donde solían herrar los caballos de los señores del castillo, te adentrarás en un camino empedrado conocido como la Costa de Riago. Aquí podrás deleitarte con la lectura del poema de Roc Llop, un ilustre miravetense que vivió exiliado durante mucho tiempo. Si decides regresar al pueblo, encontrarás el camino que te llevará de regreso al castillo, compartiendo su mismo nombre.

Para una experiencia única, te recomendamos explorar el río Ebro navegando en alguna de las embarcaciones disponibles. Sumérgete en sus aguas y admira el paisaje mientras te transportas a los tiempos en que los barqueros surcaban el río transportando mercancías y personas. Existen diversas opciones para realizar paseos por el Ebro, desde Semana Santa hasta septiembre, siempre que las condiciones climáticas lo permitan. Aprovecha esta oportunidad para descubrir el río desde una perspectiva diferente y disfrutar de su esplendor natural.

En Miravet, la historia y la naturaleza se entrelazan en un escenario cautivador. Ven y descubre este tesoro oculto que te transportará a épocas pasadas mientras te envuelve con su encanto incomparable.